
El teatro que sana a mujeres que han sufrido violencias

- Categoría: Género
- Fecha: 24 de Abril de 2023
Las Poderosas Teatro, es la historia de cinco mujeres guatemaltecas que lograron ponerle cara a la violencia gracias al teatro, utilizándolo como herramienta de sanación, transformación y sensibilización.
Han recorrido ciudades y comunidades de Guatemala, les han invitado a festivales en Honduras, Nicaragua, México, Venezuela, España… para representar sus obras, que denuncian problemas estructurales como la desigualdad, la impunidad, la violencia, el feminicidio, el machismo en las instituciones… su lucha las ha convertido en referentes en América Latina y España, donde han venido en el marco del Convenio de las ONGD InteRed y Aieti con la financiación de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID) en la temática de derecho a una vida libre de violencias.
Entrevistamos, a Lesbia Téllez (dcha. de la foto), coordinadora de “Las Poderosas” y a Telma Sarceño (a la izq.), miembro del grupo.
El origen de las poderosas en Guatemala
Telma: Todas llegamos a CICAM (Centro de Integración de Mujeres Maltratadas) con deseos de que nos dieran ayuda. Cada una llegó con diferentes necesidades y nos requerían que teníamos que realizar cinco terapias personales y cinco grupales de apoyo psicológico y emocional. A partir de ahí, nos conocimos y mejoramos nuestra situación porque la terapia nos sirvió para distinguir el tipo de ayuda que necesitábamos. Por ejemplo, yo sólo decía que iba por ayuda legal, otras por maltrato físico, y ahí fue donde nos dimos cuenta de las distintas clases de violencias: la violencia patrimonial, la psicológica, la física… Nos conocimos con las terapias y fue allí donde nos llegó el proyecto de hacer teatro con Marco Canale, el director teatral, y nos gustó.
Lesbia: Lo que nos impulsa a hacer teatro es un proyecto de AIETI y la campaña “Actuemos”, donde estaba la elaboración de un documental con el trabajo que realiza CICAM y una pequeña obra de teatro para mostrar los diferentes tipos de violencia. Nosotras quisimos participar y estrenamos en el edificio de Correos en Guatemala, donde invitamos a organizaciones y nuestras familias; ahí vimos el primer impacto del teatro porque al terminar la obra se levantó el esposo de una de nuestras compañeras y llorando dijo: “esto era lo que sufría mi madre y yo ya no quiero seguir siendo violento”. Nos invitaron a hacer una segunda representación y las mujeres nos paraban y decían: “yo también quiero salir de la violencia, qué tengo que hacer”. Las mujeres se identificaban con esa obra y fue lo que nos motivó a seguir actuando, el director nos apoyó a seguir con este proyecto.
Telma: El teatro nos había cambiado la vida y podíamos ir a decirles a las mujeres lo que nosotras habíamos sentido y que sentíamos alegría de ver la respuesta del público.
Lesbia: El objetivo del por qué nos unimos y decidimos trabajar es por apoyar a otras mujeres, y eso, hasta el día de hoy, es lo que nos sostiene. Llevar nuestro mensaje, llevar luz y esperanza a partir de nuestra experiencia y el proceso que vivimos, compartirlo.
Nacieron en el 2008 y en talleres formativos replican su experiencia y metodología
Lesbia: Marco Canale escribió un manual basado en el proceso que realizó con nosotras, y el Centro Cultural de España en Guatemala es el que financia toda nuestra preparación con profesorado que nos formó en política de género con Silvia Trujillo, investigadora feminista y catedrática en la universidad; con formación en técnicas teatrales que nos dio, Patricia Orantes, nuestra directora; y toda la parte de dramaturgia por Marco Canale.
A la vez que nos formábamos íbamos construyendo en paralelo la obra “Las Poderosas”, que estrenamos en el 2010 su primera versión; los primeros talleres piloto los hicimos en 2011 en tres departamentos de Guatemala, que nos dieron fuerza para seguir y compartir nuestra metodología.
Telma: Replicamos en talleres porque si a nosotras nos funcionó, tiene y debe funcionar con las demás. Poner nuestra vida en las tablas daba resultado y nos daba alegría y satisfacción por el hecho de expresarlo a nuestras familias y comunidad. Ya no nos quejábamos, ni éramos personas tristes. Cambió mucho nuestra situación al poder expresar lo que sentíamos. Marco Canale creó la metodología para los talleres con juegos y dibujos.
En qué medida transforma la vida de las mujeres con las que se trabajan estas técnicas teatrales para salir de las violencias.
Telma: Hemos tenido muchas experiencias porque de cada taller sale un resultado que es una pequeña obra de teatro. La metodología es escribir historias de violencia que suceden en su comunidad; a partir de ahí, realizamos un guión y después lo representamos. El logro es poder hacerlo paso a paso, desde los juegos, dibujos, escritura, dinámicas, desde la formación en género, en nuestros derechos, en técnicas teatrales… es desde ahí, desde donde se crea la obra. Nosotras no damos nada, vamos a recibir; es una calle de dos vías, nosotras ponemos algo y recibimos mucho, es lo maravilloso de nuestro trabajo y es lo que nos mantiene por tanto tiempo. Unidas hemos hecho mucho.
¿Cómo reciben las mujeres el proceso teatral en los talleres?
Lesbia: Tenemos dos tipos de talleres, uno de creación de teatro comunitario que es con el que empezamos a replicar con lideresas. A lo largo del tiempo se han ido incorporando nuevas técnicas y herramientas, como la teatroterapia para el abordaje de las emociones, la sanación personal y el empoderamiento, dirigida a mujeres sobrevivientes de violencia. Los dos talleres llevan un proceso de reconocimiento de las violencias ¿de dónde vienen y por qué? y de un proceso de generación de confianza porque no es fácil hablar de la violencia. Es importante que quiénes participan nos vean, no ajenas a esta problemática. Entender las causas, las relaciones género-sexo, sin sentirnos culpables, para pasar a la dramaturgia donde está implícita la investigación colectiva, para que desde ellas mismas puedan identificar las violencias, reconocer cuáles están viviendo. Tras la investigación, construimos la historia colectivamente.
En talleres de teatroterapia el objetivo es conseguir un proceso de sanación emocional, de cómo está el grupo, y luego si quieren, pasar a construir una historia. El teatro es una potente herramienta para la sanación, utilizamos la fuerza del teatro y lo potenciamos con las diferentes metodologías.
¿Cuáles son los temas que os interesan?
Lesbia: La violencia en general de la mujer en todos los aspectos, es importante que los grupos reconozcan e identifiquen qué es violencia contra la mujer, qué es violencia de género y que encierra esa violencia. Muchas veces el no reconocer las violencias, no sabemos qué tipo de violencia se está ejerciendo contra nosotras: violencia sexual, psicológica, patrimonial, social, física… muchas veces estas violencias se desconocen; y una vez reconocidas trabajar sus causas.
También trabajamos con defensoras de derechos, empezamos a partir de un proyecto y realizamos una investigación para hacer una puesta en escena. Las defensoras, por el tema de violencia y criminalización no pueden hacerlo; nosotras somos sus voces. Nos descubrimos también como defensoras de derechos, pero desde el arte, que es lo que sabemos hacer.
¿En el escenario de dónde os viene esa fuerza y empoderamiento?
Telma: Nosotras mismas no lo percibimos. La fuerza nos viene del querer decir que “sí, se puede salir de la violencia” porque nosotras vivimos muchas violencias, muchos sufrimientos y el hecho de poder denunciarlo y decirlo, eso es lo que nos da la fuerza y el sentimiento de poder decir “esto es lo que me está pasando y que ya no pase más” y la respuesta del público a me conmueve y me llena el poder decir “ella ya se enteró de que está siendo violentada y que puede salir de eso”. En Bilbao una jovencita, tras la función, nos dijo “gracias por poner la cara y poder hablar por las que ya no pueden hablar”, se vio reflejada en la obra. El silencio tras la función (habitualmente hacen un debate con el público tras la representación) es muchas veces atronador, una señora nos dijo “no sabemos qué decir, después de todo esto que nos han contado”.
La fuerza nos viene de la respuesta de la gente y la necesidad de replicar porque hay mujeres que están sufriendo, y ese sufrimiento se multiplica a los hijos, al entorno familiar… también la fuerza nos viene del amor que nos tenemos nosotras tras 15 años de convivencia y nos apoyamos cuando estamos sufriendo.
Lesbia: La fuerza nos viene del motor de la unidad, de ese motor que nos une, ese deseo de compartir nuestra metodología y que las mujeres puedan salir de la violencia, que a través de estos procesos aprendamos a tener herramientas y cómo defendernos y hacer valer nuestros derechos. Para nosotras la investigación que hacemos con cada obra es muy importante porque el conocimiento nos empodera. Yo no vengo a empoderar a nadie, es cada mujer la que se empodera con el conocimiento. A partir de ahí, cada una va a luchar y defender sus derechos, procurando avanzar, los contextos son violentos, pero tenemos herramientas para defendernos.
¿Por cuánto tiempo Las Poderosas, cómo veis el futuro?
Lesbia: En esta gira en España, decíamos a las jóvenes que es el momento de que ellas retomen y se sumen a las Poderosas. Desde 2013 somos una asociación debido a la magnitud del proyecto, y nuestro deseo es llevar esta metodología, estos procesos de fortalecimiento y sensibilización a través de las obras y eso no lo podemos hacer si no hay recursos económicos para que las mujeres puedan seguir realizando todos estos procesos y sea sostenible. Buscamos los recursos y las organizaciones nos invitan. Lo que sí es constante, es el trabajo formativo.
Deseamos crear el movimiento de “Las Poderosas” en el mundo. Hay grupos que siguen trabajando, y que se creen otros nuevos en diferentes lugares como grupos autónomos de ayuda con las herramientas que ofrecemos. Crear Red y alianzas con las organizaciones para que podamos avanzar.
¿Qué hay detrás de las Poderosas, cuáles son vuestras vidas?
Telma: Hay un documental que se llama “Un mismo cielo”, que muestra la vida de cada una de nosotras y nuestros contextos. Nos unimos por nuestra circunstancia y para hacer teatro… pero cada una trabajamos en nuestras cosas, comerciantes, limpiadoras, tenderas… Lesbia es la que se dedica a tiempo completo en la asociación para la gestión, coordinación y administración.
La experiencia de AGIMS (Asociación Grupo Integral de Mujeres Sanjuaneras de Guatemala) contada en vídeo con entrevistas realizadas a las mujeres sobre los temas abordados en los talleres que culminó en una obra teatral.