
Salud preventiva para una niñez sana en Guatemala

- Categoría: Cooperación internacional
- Fecha: 27 de Febrero de 2023
Por: Nahomy Hernández. InteRed Guatemala.
Las problemáticas de salud y hacinamiento en Guatemala representan un gran desafío para el país, con un sistema de salud olvidado, marcado por una limitada capacidad de atención en Centros de Salud, escasos de insumos, equipamiento y personal médico. Condiciones que fueron agravadas por la Pandemia del COVID-19, afectando sobre todo a la población más vulnerable: la niñez.
De acuerdo a datos de UNICEF en Guatemala el 49.8% de la niñez sufre de desnutrición crónica, esto significa 1 de cada 2 niños en el país. Siendo el primer lugar en América Latina y el sexto a nivel mundial. Según CEPAL el acceso a agua se encuentra en un 75% a nivel nacional, reduciéndose al 60% en áreas rurales y urbano marginalizadas[1]. Mientras que las redes de saneamiento representan apenas un 40% de cobertura a nivel nacional. Debilidades estructurales que impactan negativamente en la calidad de vida de la niñez, generando condiciones que vulneran a los niños y niñas ante enfermedades respiratorias, infecciones del tracto digestivo, virus y parásitos de forma recurrente.
Dentro de las principales respuestas que se han articulado ante este problema se encuentran los esfuerzos del proyecto: “Promoviendo los derechos de la infancia, acorde al cumplimiento de la Agenda 2030, en zonas urbano-marginadas de cuatro municipios del Departamento de Guatemala especialmente afectadas por la pandemia de Covid-19” implementado por la Fundación Esfuerzo y Prosperidad (FUNDAESPRO), junto con el apoyo técnico y financiero de Fundación InteRed y el Ayuntamiento de Madrid. El proyecto busca promover los derechos a la educación, nutrición, salud y cuidado de las niñas y niños en situación de extrema vulnerabilidad de 7 sectores urbano-marginalizados ubicados en el departamento de Guatemala, especialmente afectados por la pandemia.
Desde hace más de 30 años FUNDAESPRO ha trabajado por la salud de la niñez por medio de las Representantes del Programa Integrado de Salud (REPROINSAS), integrado sobre todo por mujeres que recibieron una formación integral en temas de salud preventiva, replicada por la organización para mejorar las condiciones de sus comunidades y de sus propias familias. En 2020, ante la llegada de la pandemia por coronavirus se presentó el desafío de actualizar los conocimientos de las REPROINSAS y replicar sus capacidades a nuevas personas para lograr una cobertura más amplia en las comunidades.
“Han sido muchos años de lucha, de trabajo con las comunidades, porque cuando surgió el Programa Integrado de Salud, nosotras tocábamos puertas, íbamos a visitar a las familias para los diagnósticos de salud, y no solo eso, sino también necesitábamos brindar sueros, acetaminofén e insumos básicos. Lamentablemente otra vez lo estamos reviviendo con la pandemia.” Rosa Plato, mujer maya REPROINSA de la comunidad La Verbena.
Durante el primer año del proyecto se han desarrollado los talleres de capacitación para promotoras comunitarias de salud preventiva, con el objetivo de crear una red multiplicadora de conocimientos y prácticas entorno a la temática, conformada por un grupo heterogéneo integrado por un 99% de mujeres de diversas edades desde jóvenes de 15 años hasta mujeres de 65 con una importante trayectoria de liderazgo comunitario.
“Las promotoras se articularon con el objetivo de instalar a nivel comunitario capacidades que hicieron falta en la pandemia. Se empezaron a gestar movimientos dentro de la comunidad de solidaridad, de sobrevivencia, de convivencia y ahí surge de las propias mujeres promover y capacitar a otras mujeres, trasladar el conocimiento para fortalecer la atención preventiva.” Olga Hernández, Coordinadora General del Programa de Educación de FUNDAESPRO.
Actualmente la articulación de promotoras comunitarias en salud preventiva está integrada por 140 personas, sobre todo mujeres, comprometidas por los derechos de la niñez en sus comunidades, trabajando directamente en siete territorios: El Mezquital, La Verbena, San Julián, San Martin, Tierra Nueva, La Brigada y Plaza de Toros.
Las promotoras comunitarias de salud preventiva desarrollaron un diagnóstico de su comunidad ubicando y priorizando a las familias con niñez de 0 a 6 años, tomando en consideración su situación socioeconómica: el acceso a servicios de agua, drenajes sanitarios y la infraestructura de la vivienda.
De esta manera, las promotoras apoyan a madres, padres y responsables de familia de manera integral a prevenir enfermedades respiratorias, de la piel y del tracto digestivo, entre otras, compartiendo protocolos de acción en caso de que los niños y las niñas adquieran alguna de estas enfermedades, para que estén hidratados en el momento de recibir atención médica y prevenir el contagio a alguno de los hermanos o hermanas de la familia. Así como también, dando seguimiento al esquema de vacunación necesario en niños y niñas.
“Nuestro deber es seguir recalcando la importancia del esquema de vacunación y darle seguimiento. Yo pienso que esa es la aportación que he dado, en que las personas se instruyan en la importancia de la vacunación de los niños.” Madelyn Espinoza, mujer promotora de salud de la comunidad La Verbena.
Dentro del trabajo de las promotoras de salud se muestran diferentes desafíos que hacen más complejas las dinámicas para llegar a la niñez, entre ellas: la violencia y las pandillas, la desinformación, tabús, el fundamentalismo religioso y los prejuicios sociales.
“Un obstáculo es la inseguridad que se vive en La Verbena, los Centros de Salud no llegan a todas las comunidades porque algunas son muy peligrosas. Nos piden que les acompañemos dado que podemos apoyarles por el reconocimiento y credibilidad que ha tenido nuestro trabajo.” Yeimy López, mujer promotora de salud de la comunidad La Verbena.
Silvia Quisquinay, Coordinadora de Campo de FUNDAESPRO, indica que la delincuencia en algunos lugares ha limitado el acceso y cobertura de salud en las comunidades. Sin embargo, la figura de las promotoras comunitarias de salud preventiva ha significado un fortalecimiento y credibilidad para los Centros de Salud, generando sinergias para mejorar las condiciones de salud de la niñez y fortaleciendo los esfuerzos conjuntos.
De igual manera, resalta que la coordinación de actividades como las Jornadas de Salud y los talleres de capacitación en salud preventiva representan un trabajo construido con esfuerzo, que ha sido muy satisfactorio en diferentes dimensiones, como lo son: el empoderamiento de las mujeres que se forman como promotoras, las implicaciones positivas en la salud de la niñez y los casos de acompañamiento exitosos en las comunidades en donde han apoyado a madres y padres en la atención de sus hijos e hijas.
Dentro de los principales resultados las Facilitadoras Comunitarias: Sindy Alvisurez encargada de Tierra Nueva y La Verbena, y Linda Ordoñez encargada de La Brigada y El Mezquital, resaltan el acompañamiento de las promotoras a 5 familias, en donde orientan y apoyan a la salud de los niños y niñas, logrando implementar buenas prácticas en las familias como: el lavado de manos frecuente, higiene en la preparación de alimentos, procesos de purificación del agua, manejo de desechos sólidos y elaboración de productos de higiene personal y para el hogar. También el seguimiento al esquema de vacunación en donde las promotoras son las que monitorean el carné de vacunas de la niñez recordándoles a los padres y madres la importancia de la vacunación.
A ello se suma el efecto multiplicador desde el protagonismo de niñas y niños, ya que también participan en los procesos formativos y aprenden en simultáneo con sus responsables de hogar.
Así como también, se genera impacto a nivel comunitario a largo plazo, puesto que representa capacidades que se instalan en el territorio, y esas capacidades a nivel comunitario permanecen incluso de generación en generación.
Todos estos cambios positivos engloban acciones comunitarias con esfuerzo de mujeres que persiguen el bienestar de la niñez, la resistencia comunitaria, el fortalecimiento de las capacidades de acción de las familias en los contextos de comunidades urbano marginalizadas, con el respaldo y apoyo de los Centros de Salud, de FUNDAESPRO, InteRed y el Ayuntamiento de Madrid.
[1] Según el “Diagnostico y análisis socioeconómico de siete comunidades de áreas urbano marginales del área metropolitana de Ciudad de Guatemala”, realizado por FUNDAESPRO en 2022, únicamente el 60% de los hogares en donde interviene el proyecto tienen acceso al agua por medio de tubería.