“Existen brechas profundas de desigualdad en el ejercicio del derecho a la educación de niñas y niños de pueblos indígenas en Bolivia”

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  • Categoría: Cooperación internacional
  • Fecha: 2 de Diciembre de 2022

Paula Robledo es coordinadora de la delegación de InteRed en Bolivia, psicóloga de formación y coordina el Convenio: “Fortalecimiento de la implementación de la educación intracultural, intercultural, plurilingüe y despatriarcalizadora (EIIPyD) en el modelo educativo socio-comunitario productivo de la Ley de Educación 070 de Bolivia, en los departamentos de La Paz, Cochabamba, Potosí y Chuquisaca”. Financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)

Define con una palabra este Convenio.

Pueblos indígenas.

¿Existen brechas importantes en el ejercicio a la educación de niños y niñas de pueblos originarios?

Existen brechas profundas de desigualdad en el ejercicio del derecho a la educación de niñas y niños de pueblos indígenas de Bolivia. Me parece importante poner en contexto que en Bolivia hay 36 pueblos indígenas originarios campesinos; estamos hablando de un país diverso y muy rico a nivel cultural y lingüístico; en este sentido, la ley educativa boliviana, posiciona de manera muy clara la importancia de que en Bolivia exista una educación respetuosa con esa diversidad de culturas y de pueblos indígenas y, marca las directrices para que exista una educación con pertinencia cultural y lingüística; de tal manera, que una niña de una comunidad guaraní, pueda ir a su escuela y la educación que está recibiendo sea contextualizada a su cultura, cosmovisión y también a su lengua.

Sin embargo, hay muchas brechas aún para alcanzar esta pertinencia cultural y lingüística en la educación; a pesar de que existen currículums elaborados por los pueblos indígenas que rescatan los saberes y conocimientos de los pueblos y posicionan la importancia de las lenguas, no se implementan como deberían en las aulas; en parte, porque el profesorado que enseña en las unidades educativas no siempre son originarios de la cultura propia del lugar, lo que conlleva una barrera cultural importante. Pero, además, tampoco hablan la lengua propia del lugar, lo cual es una barrera lingüística determinante en la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Además de estas brechas relacionadas a la pertinencia cultural y lingüística de la educación, también existen brechas en el acceso mismo a la educación que la pandemia por Covid-19 ha profundizado. El cierre de las escuelas durante dos cursos escolares completos, ha generado efectos devastadores. Por un lado, una baja en la calidad educativa -que antes de la pandemia ya era preocupante- causando una “pobreza de aprendizaje” cuyo impacto ampliaría en un 12% la ya elevada brecha socioeconómica de aprendizajes. Otro efecto es la deserción escolar que, según el Banco Mundial, en Bolivia podría llegar a un 20%.

La pandemia también ha visibilizado la brecha digital, en Bolivia miles de niños/as han desertado a raíz de las limitaciones para acceder a internet (por factores económicos y por alcance de la red) o el acceso a un dispositivo inteligente que les permita continuar con su educación. En las zonas rurales, donde encontramos mayor presencia de niñas y niños pertenecientes a pueblos originarios, todas estas limitantes han incrementado las brechas de desigualdad en el ejercicio del derecho a la educación de niñas y niños, pero se agrava más aún en el caso de las niñas por la triple discriminación en que se encuentran por ser mujeres, indígenas y pobres.

Aplicar el curriculum educativo es complejo ¿Qué dificultades se encuentran?

En Bolivia hay currículo base y currículos regionalizados. El currículo base es el que tiene los contenidos universales; los currículos regionalizados son propios de cada pueblo originario, han sido elaborados por cada pueblo y contienen los saberes y conocimientos propios de cada cosmovisión indígena. Para aplicar el currículum regionalizado en el aula hay que armonizarlo con el currículo base, priorizando contenidos y definiendo objetivos integradores de ambos tipos de currícula (base y regionalizada). El proceso de armonización es complejo técnicamente y también la priorización de contenidos. A esta complejidad se suman otras, como la ya mencionada barrera cultural y lingüística del profesorado, la necesidad de materiales adecuados, entre otros.  

¿Por qué es importante aprender en el lenguaje originario?

Este Convenio tiene un componente de revalorización de las lenguas indígenas con las que trabajamos: aymara, guaraní y quechua. En el marco de este componente, estamos enseñando en la lengua originaria porque para que un proceso de enseñanza-aprendizaje sea de calidad, es muy importante que sea en la lengua propia, no solamente por entender mejor lo que estás aprendiendo; sino porque una enseñanza en tu propia lengua, fortalece la identidad propia, el arraigo con tu propia cultura, con tus propios saberes y formas de entender el mundo… el lenguaje, además, es un canal para expresarse de muchas maneras, a nivel emocional, afectivo… por todo ello, es importante.

¿Qué es la educación intracultural y la educación intercultural, tan presente en este Convenio?

El director de una de nuestras Organizaciones Socias Locales (OSL), Asociación Andina de Educación, me lo explicó de forma gráfica y creo que puede ayudar a entenderlo: la educación intracultural, es como cuando tú te subes en un ascensor y vas al primer piso; y la educación intercultural, es el segundo piso. Por qué la educación intracultural es el primer piso, porque yo tengo que apropiarme primero de mi cultura (el aymara, quechua o guaraní)… primero tengo que revalorizar los saberes y conocimientos que están presentes en mi cultura; y después, yo puedo hacer que esa cultura conviva, en igualdad de condiciones, con otras… y esa es la interculturalidad; digamos que la intraculturalidad hace una mirada a lo interno de cada cultura: aymara, quechua o guaraní; la interculturalidad es cuando estas culturas conviven en igualdad y se complementan unas y otras.

¿Qué se entiende como modelo educativo sociocomunitario productivo?

Es la propuesta educativa de Bolivia que conecta lo educativo con lo comunitario; lejos de entender que la escuela, es la escuela; la familia, es la familia; la comunidad, es la comunidad y lo que pasa en cada uno de estos espacios no está conectado, en el Modelo Educativo Socio-Comunitario la unidad educativa se conecta con lo comunitario y lo comunitario entra en la unidad educativa. Por ejemplo, las unidades educativas tienen que tener proyectos para abordar con el alumnado, con el profesorado y con las familias, problemas reales de la comunidad. Es una mirada a la problemática cercana que tú tienes cerca de tu escuela; y de la misma manera, la comunidad, forma parte del proceso educativo, del proceso pedagógico, de la toma de decisiones en la escuela… y existe una interconexión entre estos espacios. Por esto, una de las características de este modelo que yo destacaría es la participación social. Por ejemplo, los pueblos indígenas están organizados en consejos educativos de cada uno de los pueblos y estos consejos forman parte de las decisiones de la unidad educativa. Y de la misma manera, pasa con los estudiantes, se organizan, se estructuran, toman decisiones… para poder apoyar en las dificultades que puedan existir tanto en la escuela como en las comunidades.

Lo productivo es también característica determinante de este modelo educativo; se busca una educación que parta de la práctica para ir hacia la teoría, que parta de los saberes y conocimientos que el alumnado ya tiene para, desde ahí, teorizar. Rompe las relaciones verticales de poder entre profesorado y alumnado y produce conocimiento desde lo vivencial, lo emocional… no sólo desde el conocimiento.

¿Qué importancia tiene la implicación de las autoridades en nuestras propuestas?

Tiene mucha importancia porque el Convenio está orientado a la política pública educativa, está enmarcado en la ley educativa y en el modelo educativo sociocomunitario productivo, por lo que el trabajo con el Ministerio de Educación es un elemento central de nuestra estrategia. También con las autoridades educativas de cada lugar, las autoridades distritales y departamentales de educación que son autoridades del ministerio, pero en cada territorio… Y con todas estas autoridades, se trabaja en incidencia, fortalecimiento y sensibilización para que la implementación de los planteamientos de la ley, se hagan reales, para que se fortalezcan como autoridades, como tomadores de decisiones en dar prioridad a las políticas de intra-interculturalidad, plurilingüismo y despatriarcalización. El trabajo con las autoridades educativas es fundamental, pero también quiero destacar, la importancia del trabajo con autoridades indígenas. Nosotras estamos trabajando con la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas Originarios, que aglutina todos los Consejos Educativos de los pueblos con los que trabajamos en el Convenio; y son los que van a dar sostenibilidad a la propuesta del trabajo que estamos desarrollando… son las personas que quedan en las comunidades, en los territorios y, en términos de sostenibilidad, el trabajo con ellos es fundamental.

¿Cómo ves la sostenibilidad del trabajo, una vez finalice el Convenio?

La sostenibilidad es siempre un desafío, un reto porque los procesos educativos son de largo aliento; requieren de estar muy presentes en terreno, acompañando a las unidades educativas con un acompañamiento muy cercano para poder generar impacto y transformar las realidades… Sin embargo, el Convenio toca ciertas teclas que son claves para la sostenibilidad; una de ellas es el trabajo con autoridades e instancias como los consejos educativos de pueblos indígenas, que por su presencia en las comunidades, en clave de lógica orgánica propia, van a seguir ahí cuando el Convenio concluya… El Convenio tiene también una línea fuerte de apoyo en generar recursos pedagógicos y materiales que quedarán en las Unidades Educativas y que hemos trabajado de la mano con las comunidades, por lo que la apropiación es significativa, siendo esto clave para la sostenibilidad.  Es cierto, que la sostenibilidad financiera de ciertos procesos, es un desafío, pero este trabajo también está en el marco de las prioridades de InteRed, y es una apuesta clara de trabajo en la delegación de InteRed Bolivia, por lo que el trabajo continuará.

¿Qué buenas prácticas destacarías?

Me gusta muchísimo el trabajo que hemos desarrollado con nuestra organización socia Consejo de Capitanes Guaraníes de Chuquisaca; me gusta su manera de trabajar con las comunidades, porque ellos son parte orgánica de esas comunidades, es un trabajo desde la propia comunidad y cultura. El trabajo no ha consistido en llevar una propuesta dada, sino que ha sido una construcción conjunta, de forma contextualizada con las unidades educativas y con las personas que forman parte de las comunidades… Creo que ese es un elemento importante en clave de sostenibilidad porque ayuda a la apropiación de los procesos, y esto sí marca una diferencia importante con respecto a otras intervenciones.

¿Se avanza en los derechos de las mujeres en Bolivia?

Veo retrocesos en el cumplimiento de los derechos de las mujeres en Bolivia: profundas desigualdades, incremento de feminicidios, embarazo adolescente, cada vez la violencia machista es más cruel… ahora vemos violaciones grupales, los feminicidios tienen más saña y odio; sí, hay un retroceso en el ejercicio de derechos. Pero también quiero destacar el crecimiento y fortalecimiento de los movimientos feministas; estamos mejor organizadas… también más indignadas y cansadas de tanta injusticia, lo que genera una movilización muy esperanzadora.

¿Qué lección cómo aprendizaje consideras importante?

Un aprendizaje es la apuesta y el poner el énfasis en estos contextos y en estas realidades donde se trabaja y se construye a nivel comunitario; incluso más allá de lo educativo y del trabajo de aula que le corresponde más al Ministerio de Educación… pero sí, desde estás lógicas comunitarias se puede trabajar también lo educativo generando impactos y resultados muy importantes; también el trabajo con las personas y con las poblaciones jóvenes, especialmente con las niñas y las mujeres… Me he dado cuenta que ahí, hay un potencial transformador ilimitado.

¿Cuál es tu fuente de inspiración?

Me gustaría citar a una mujer boliviana como fuente de inspiración, Adela Zamudio, escritora que tiene poemas maravillosos y rompió moldes en su época al revelarse contra el machismo; nos ayudó a abrir caminos y a tener esperanza. Me hubiera gustado mucho ser su amiga…

¿Pide un deseo?

Recientemente Bolivia ha vivido revueltas sociales y políticas, momentos de mucha tensión social y polarización… hemos visto cómo ha aflorado un racismo fuerte, que ya estaba ahí latente y se ha dado el contexto para que saliera a flote. He vivido y he visto las consecuencias de ese racismo, cómo ha profundizado la desigualdad en Bolivia.  Mi deseo sería que Bolivia logre avanzar contra ese racismo, hacia el fortalecimiento del tejido social y hacia la igualdad en derechos.

 

* Entrevista realizada por María Cobos. Responsable de Comunicación en InteRed