Actúa con cuidados (2012 a 2017)
La campaña institucional de InteRed de nuestra línea de género y desarrollo, dando un paso más y cuestionando el modelo en el que vivimos y la necesidad de avanzar hacia el decrecimiento y comprender que se puede vivir mejor, con menos. La invisibilidad y la no remuneración de los trabajos de cuidados en manos de las mujeres, repercute en la feminización de la pobreza.
¿Quién garantiza el cuidado de las personas?, ¿son las mujeres las únicas responsables de los cuidados?, ¿y si las mujeres se declarasen en huelga de estos trabajos?, ¿quién se tendría que ocupar del trabajo de los cuidados?, ¿qué lugar ocupan los hombres, las empresas y las instituciones públicas en los trabajos de cuidados?, ¿cómo repercute el trabajo de los cuidados de España, en los países empobrecidos?
Llamamos cuidados a todas esas actividades (alimentarnos, sanarnos, atender a personas enfermas, cuidar de bebés, de un amigo o del medioambiente) que se deben llevar a cabo para proseguir, reparar y mantenernos con el objeto de vivir en este mundo lo mejor posible.
Los cuidados constituyen un elemento clave para el desarrollo social y son en la actualidad la base "invisible" del sistema socio-económico, cuando la realidad es que si llegáramos a valorizar el trabajo no remunerado en España, supondría el 69,71% del PIB; entorno al 80% de ese trabajo lo hacen las mujeres, según un informe de Mª Ángeles Durán para el Instituto de la Mujer.
Con esta campaña pretendemos fomentar la reflexión sobre en qué sociedad vivimos, y plantearnos un cambio que promueva un nuevo modelo de desarrollo basado en la ética del cuidado y el pleno disfrute de los derechos humanos de todas las personas. Un nuevo modelo de desarrollo cuya meta es lograr que las personas sean el centro y se asuma una responsabilidad colectiva de los cuidados donde estén implicados el Estado reconociendo a los "cuidados" como cuarto pilar del estado de bienestar y con políticas públicas que lo favorezcan.
¿Para qué esta campaña?
- Para que los trabajos de cuidados, tradicionalmente considerados como femeninos y asumidos por las mujeres, se reconozcan y se valoren como lo que son: fundamentales para el sostenimiento de la vida y para que funcione cualquier sociedad.
- Para que el Estado, empresas, comunidades, hombres, niños y adolescentes, asuman la parte de responsabilidad colectiva que tienen en el trabajo de los cuidados.
- Para que no se vulneren los derechos de mujeres y niñas en los países empobrecidos, como consecuencia de la obligación de asumir el cuidado de los demás.
- Para que los centros educativos y sus entornos se conviertan en espacios sostenibles y sean reconocidos públicamente como tales, incorporando la ética del cuidado en todos sus ámbitos de trabajo.
"Pistas para un modelo de vida sostenible". Es el vídeo de la campaña: ¿Qué son los trabajos de cuidados? ¿Dónde y cómo se cuida la vida? ¿Qué es la deuda de cuidados?
A través de la presente campaña, cofinanciada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), InteRed quiere visibilizar y valorar los cuidados como imprescindibles para el sostenimiento de la vida y las sociedades y resaltar el desigual impacto que tiene la organización social de los cuidados.
Por otra parte, dentro de la campaña también proponemos el decrecimiento en nuestro nivel de consumo, las distancias que recorren los productos... Es comprender que se puede vivir mejor, con menos.
María del Mar Palacios, directora de InteRed:
"La campaña busca el reconocimiento y valoración de la importancia del trabajo de cuidados para la vida. El objetivo es sensibilizar a las personas más jóvenes y hacer incidencia para avanzar en un régimen global del trabajo de cuidados más justo y solidario. Cuando el trabajo de cuidados adquiera visibilidad y se valore justamente será objeto de políticas públicas y de una redistribución equitativa que garantice la sostenibilidad de las sociedades".
Género y Desarrollo
La nueva redistribución del trabajo, incorporando mujeres inmigrantes a las que se recurre para solucionar la crisis de los cuidados, tiene como consecuencia la aparición de des-cuidados en sus países de origen –dado que alrededor del 60% deja a sus hijos e hijas en sus países- y debe recurrir a otras personas para atenderlos.
Nos encontramos que el trabajo de los cuidados vuelve por la tanto a repercutir en las mujeres y en concreto en nuestro contexto, en mujeres inmigrantes, lo que significa que la provisión de los cuidados está directamente vinculada al proceso de feminización de las migraciones por atribuir socialmente los cuidados en exclusiva a las mujeres. Se produce lo que se ha dado en llamar "cadena de cuidados", mujeres que tienen que salir de sus países dejando a sus hijas e hijos al cuidado de alguna otra mujer de la familia para venir a España a cuidar a nuestras hijas e hijos, o a nuestras personas mayores, a cambio de un salario. Este complejo proceso de transferencia de cuidados y nexo entre distintos hogares, es lo que se denomina cadenas globales de cuidados, de dimensiones transnacionales que se forman con el objetivo de sostener cotidianamente la vida.
Este sector informal de la economía, compuesto por mujeres, vive en una situación de desventaja y discriminación respecto a los hombres en el acceso a derechos humanos como la educación, la formación, el trabajo remunerado, etc. y lo que es peor, donde las niñas, en sociedades agrícolas y de subsistencia, sacrifican su educación y su derecho de ir a la escuela por “ayudar” y realizar trabajos domésticos y de cuidados.
No solo existe una división sexual del trabajo sino que además ésta conlleva una severa feminización de la pobreza. La invisibilidad, la no remuneración y perpetuidad de los trabajos de cuidados llevan a las mujeres a nivel global a una situación de desigualdad y exclusión.