Superviviente del tifón Nona y residente del Purok 1-B, Población Norte, Municipio de Barcelona, Sorsogón (Filipinas)

Al igual que otras 160 familias, Manay Linda (a la derecha de esta fotografía) vive junto al rompeolas que trata de proteger sin éxito su barangay de los tifones, grandes oleajes y tsunamis. En diciembre de 2015, justo antes de la llegada a tierra del tifón Nona, Manay Linda y su familia fueron evacuados al centro de salud del barangay. Las secuelas que dejó el tifón conmocionaron a su familia:

"Me sentí muy débil cuando tras el tifón regresé a mi casa y vi que prácticamente había desaparecido. No sólo me sucedió a mí, sino a todo nuestro vecindario; casi todas las casas cercanas al rompeolas estaban muy dañadas. En cuanto recuperé la serenidad, me puse a buscar mi ropa, utensilios de cocina y otras pertenencias que estaban esparcidas por toda la costa. Muchas no las pude recuperar… Tuvimos que hacer un refugio improvisado con los restos de mi casa, pero decidimos permanecer en el centro de salud del barangay, ya que no había ningún lugar seguro en nuestro refugio donde poder dormir.  

Agradecí mucho el apoyo del gobierno municipal y de las ONGs que nos proporcionaron ayuda de emergencia prácticamente todos los días. Este apoyo nos ayudó a sobrevivir, ya que no podíamos trabajar y ganarnos el sustento en esas condiciones.

Tras unos días conseguimos una loneta que utilizamos como tejado temporal, pudiendo regresar a nuestra casa. Nunca pensé que pudiéramos construir una nueva casa, pero Dios es muy bondadoso, y a medida que las semanas y los meses pasaron, fuimos recibiendo ayudas poco a poco. Y así hace 6 meses pudimos construir una casa decente. Estamos muy agradecidos a Dios por no habernos dejado solos".